LOS MEJORES LUGARES PARA PROPONER MATRIMONIO

París ya no es la ciudad romántica que era, ahora hay muchos otros lugares donde pedir matrimonio

Laponia, Filipinas, Zambia… hay destinos maravillosos con los que sorprender a tu pareja…

BAJO LAS LUCES BOREALES DE LA LAPONIA SUECA:

¿Recuerdas el hotel de Hielo? ¿Ese esculpido completamente de hielo? Resulta que el personal es experto en preparar escenas románticas. Según la autora, allí se puede alquilar un trineo de renos para que os lleven a un “brillante parque nacional como el de Narnia” en la Laponia sueca. El guía hará un fuego y preparará un cobijo para acurrucarse. Hay que esperar a que las luces del norte hagan su trabajo mientras bebéis champán bajo las pieles de reno; una vez que las estrellas comiencen a parpadear, esa será la señal.

 

DURANTE LA CENA EN UN BANCO DE ARENA EN FILIPINAS:

El archipiélago filipino de Palawan – que consiste en unas 2.000 islas- tiene algunas de las mejores playas del mundo-. Aquí, según Kozolchyk, se puede dormir en el resort de la isla de Lagen, un conjunto de 18 cabañas sobre el agua dispuestas en acantilados de piedra caliza. Lo pueden arreglar para que un bote os lleve a un aislado banco de arena, donde os esperará una comida sorprendente.

“Dependiendo de cuándo sea, puede que no haya luz ambiente -excepto por algunos plánctones brillantes en el mar–, por lo que la luz de las velas harán todavía más espectacular el lugar”. En caso de preferir más luz, un almuerzo es igual de espectacular.

 

BAJO UN ARCO IRIS LUNAR EN LAS CATARATAS VICTORIA, ZAMBIA:

Esta trama requiere el tiempo perfecto, ya que los arcos iris lunares ocurren solo durante algunas fechas específicas, cerca de las noches de luna llena. Afortunadamente, el Tongabezi Lodge, en Zambia, ha ayudado a definir las fechas correctas de viaje para que esto suceda.

Según Kozolchyk, “puedes hacer la pregunta en un mirador, con la niebla y el arco lunar como telón de fondo”. Sugerencia alternativa: espera a volver al hotel, donde puedes proponer matrimonio durante una cena a la luz de las antorchas en un sampán (un bote de fondo plano) amarrado al río Zambeze. Cada plato es entregado en canoa, y un coro estará preparado para cantar.

 

EN UNA CAPILLA BENEDICTINA EN LA RIVIERA ITALIANA:

El escenario perfecto de Portofino ofrece la máxima privacidad. Primero, hay que alojarse en el Hotel Splendido de Belmond, un impresionante establecimiento de cinco estrellas con su propio yate a motor. Luego hay que llevar el yate hacia una minúscula playa frente a San Fruttuoso, en la que hay una asombrosa y aislada capilla benedictina, y donde el hotel puede preparar una comida de cinco platos digna de una película. Haz la pregunta al atardecer, y luego celébralo en el balcón de la suite.

En un vuelo en globo aerostático en Red Centre, Australia Se puede viajar en globo aerostático por diversos y hermosos rincones del mundo, pero pocos serán tan estimulantes visualmente como el Outback australiano -el interior remoto y semiárido de Australia-. Si te pone nervioso hacer tu propuesta en el aire, por la posibilidad de dejar caer el anillo, la autora tiene una alternativa: la terraza de la tienda de lujo del hotel en Longitude 131, con unas impresionantes vistas del monte Uluru, un monolito de 55 millones de años que puede servir de inspiración para las promesas eternas.

 

CON UN TELÓN DE FONDO PROPIO DE ‘THE GAME OF THRONES’ EN DUBROVNIK, CROACIA:

Dubrovnik es un lugar absolutamente romántico, con o sin la historia de HBO”, según Kozolchyk, aunque no es necesario ser fan de la serie para apreciar esta impresionante locación. Puedes escoger y alojarte en el lugar favorito de los actores, junto al mar, en Villa Orsula, una casa de piedra cuyo conserje puede indicarle los paisajes más hermosos de la ciudad. (Si está lleno, inténtalo el Hotel Excelsior, un establecimiento boutique que está próximo a reabrir tras una muy esperada renovación).

 

BAJO UNA LUNA LLENA EN TAJ MAHAL, INDIA:

Los expertos suelen recomendar que se visite el Taj Mahal al amanecer, pero la autora hace un giro inesperado y propone “reservar una de las pocas visitas nocturnas disponibles al Taj Mahal durante la luna llena, cuando el mayor monumento al amor pasa de simplemente asombroso a completamente sobrenatural”. También es tentador cenar en una de las suites del Oberoi Amarvilas, donde, según Kozolchyk, los balcones que dan al Taj Mahal fueron prácticamente diseñados para hacer este tipo de propuestas.

 

EN UN RINCÓN POCO CONOCIDO DE MACHU PICCHU, PERÚ:

La ciudad perdida de los incas es un lugar difícil para tener un momento privado, pero no hay que descartarlo del todo. De acuerdo a Kozolchyk, debes registrarte en el “Machu Picchu Pueblo Hotel, un lugar que da la sensación de bosque encantado”, y cuyo conserje puede apuntaros para las caminatas a las áreas de acceso limitado en Huayna Picchu (la cumbre alta de todas las icónicas imágenes), o a la montaña de Machu Picchu detrás de las ruinas. De cualquier forma, la ventaja está en ver las ruinas desde lo alto, y al resto de turistas como hormigas.

 

DESDE EL CIELO EN SAINT BARTHÉLEMY, FRANCIA:

La mayoría de la gente que quiere impresionar en Saint Barh –un territorio francés de ultramar en el Caribe– opta por un yate. Kozolchyz recomienda todo lo contrario, una ruta desde el cielo.

Explica tus intenciones al personal del Beach Ambassadors, y ellos dibujarán un romántico mensaje en la arena para que puedas verlo desde un tour, sobre la playa de Flamands, con champán, y en helicóptero. Una vez en tierra, el hotel coordinará una cena privada en la playa, con fuegos artificiales personalizados para terminar.

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